El tipo y la calidad del envase utilizado también afectan la estabilidad del producto, ya que protege el producto cosmético del entorno externo.
Por otro lado, se debe evaluar la posible lixiviación de sustancias en el envase hacia el producto. Por esta razón, se debe investigar la compatibilidad entre el envase y su contenido, para garantizar que no se introduzcan problemas de calidad por el tipo de material de envase utilizado.
Todos los productos cosméticos deben someterse a la prueba de estabilidad y compatibilidad; no hay excepciones como para la prueba de eficacia de conservantes. Las pruebas de estabilidad y compatibilidad deben repetirse cada vez que haya un cambio en la fórmula, el envase o el proceso de fabricación.